DÍA 3
“Cuando el rey Herodes oyó esto, fue perturbado, y toda Jerusalén con él” (Mt 2:3)
La presencia de Cristo, poniendo el mundo patas arriba

Lecturas
Neh 4:18-21 Así que trabajamos… desde el amanecer hasta que salieron las estrellas
Ps 2:1-10 ¿Por qué conspiran las naciones…?
2 Tesales 2:13-3; 5 Pero el Señor es fiel, te fortalecerá
Mt 2:1-5 Él fue perturbado, y toda Jerusalén con él

Reflexión
El Señor ha venido entre nosotros. La venida de Cristo perturba los caminos del mundo. En contraste con tantos líderes nacionales, el Señor viene con humildad denunciando el mal de la injusticia y la opresión que acompaña a la ambición de poder y estatus. La venida de Jesús exige un cambio de corazón y una transformación de la vida, para que las personas sean liberadas de todo lo que las deshumaniza y les causa sufrimiento. Jesús nos muestra que Dios está con los que sufren porque cada persona tiene una dignidad como hijo amado de Dios. Por lo tanto, la presencia de Jesús crea perturbación precisamente porque Él mece la barca de los ricos y los poderosos que trabajan solo por sus propios intereses y descuidan el bien común. Pero, para aquellos que trabajan por la paz y la unidad, la venida de Cristo trae la luz de la esperanza.
Hoy se nos invita a comprometernos con la acción constructiva de hacer de la justicia una realidad en nuestro mundo. Esto implica la necesidad de reflexionar y reconocer los casos en que nuestros caminos no son los caminos de Justicia y Paz de Dios. Cuando los cristianos trabajan juntos por la justicia y la paz, nuestros esfuerzos son más poderosos. Y cuando los cristianos trabajan juntos de esta manera, la respuesta a nuestra oración por la unidad de los cristianos se hace visible de tal manera que otros reconocen en nosotros la presencia de Cristo en el mundo de hoy. A través de nuestras palabras y acciones, podemos llevar la luz de la esperanza a tantos que todavía viven en la oscuridad de los disturbios políticos, la pobreza social y la discriminación estructural. La Buena Nueva es que Dios es fiel, y Él es siempre el que nos fortalece y nos protege del daño, y nos inspira a trabajar por el bien de los demás, especialmente de aquellos que viven en la oscuridad del sufrimiento, el odio, la violencia y el dolor.

Oración
Oh Señor, tú nos has guiado de las tinieblas a Jesús. Has iluminado la estrella de la esperanza en nuestras vidas. Ayúdanos a estar unidos en nuestro compromiso de llevar a cabo tu Reino de amor, justicia y paz y así ser la luz de esperanza para todos aquellos que viven en la oscuridad de la desesperación y la desilusión. Toma nuestra mano, Señor, para que podamos verte en nuestra vida diaria. A medida que te seguimos, elimina nuestro miedo y ansiedad. Ilumina tu luz sobre nosotros y prenden fuego a nuestros corazones para que tu amor nos rodee de calidez. Levántanos a ti, tú que te has vaciado por nosotros, para que nuestras vidas te glorifiquen, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.